Buenos Aires.- La presidenta, Cristina Fernández, y el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, más otros altos cargos, fueron denunciados hoy penalmente en la Justicia por la designación de dos integrantes de La Cámpora en la Auditoría General de la Nación.
En la Cámara Federal porteña fueron recibidas esta mañana dos denuncias que, por sorteo, recayeron en los juzgados federales 10 y 12, a cargo de Julián Ercolini y Sergio Torres, respectivamente, destaca Perfil.com.
Una de ellas, presentada por el abogado porteño José Magioncalda, de la asociación Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional, pidió investigar a Domínguez por los delitos de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. La otra, radicada por Fernando Miguez, de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, planteó que se investigue si se perpetraron los delitos de "abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, estafa y defraudación contra la administración publica".
Además de la Presidenta y Domínguez, los denunciados fueron la titular de la bancada del Frente para la Victoria, Juliana di Tullio, y los camporistas Julián Alvarez y Juan Ignacio Forlón, que asumieron como miembros de la Auditoría General de la Nación.
En los tribunales se da por descontado que ambas denuncias serán fusionadas en una sola causa para que se investigue si se cometieron ilícitos en la tarde de ayer en el Congreso, cuando Álvarez y Forlón juraron en sus cargos entre gritos de la oposición, que abandonó sus bancas hasta dejar el recinto casi vacío. Alvarez y Forlón, ex secretario de Justicia y ex presidente del Banco Nación, respectivamente, fueron propuestos en una moción de orden por la jefa del bloque del FPV Di Tullio para reemplazar a Oscar Lamberto y Vicente Brusca, cuyos mandatos vencieron el 5 de septiembre último.
La votación nominal de las designaciones de Alvarez y Forlón fue en medio de un escándalo porque la oposición reclamaba desde sus bancas que primero debía determinarse si se aceptaba incorporar el tratamiento del tema en el orden del día de la sesión especial. Di Tullio señaló que correspondía votar la designación por mayoría simple pero la oposición argumentó que como el tratamiento del asunto no había sido acordado en Labor Parlamentaria requería tres cuartos de los votos para ser introducido en el orden del día.
En medio de un desorden, Domínguez ordenó realizar la votación que resultó favorable al oficialismo por 128 votos a 53 negativos y 26 abstenciones, en su mayoría de diputados que no reconocían la validez del tratamiento del tema, como ocurrió en el caso del PRO y Compromiso Federal.